La falta de liderazgo en el PLD de Santo Domingo Este es evidente.
Las dos principales figuras institucionales son dirigentes, pero no líderes, pueden llamar a reunión, pero difícilmente servirán como motor para elecciones, Cristina Lizardo, desgastada, quedada en el Comité Político por las propias mañas de la escogencia, y Jonny Pujols con un liderazgo tan pobre que hasta en las reuniones la propia colega lo pone en una esquina.
Ramón Cabrera se agacha hasta que se acabe el disparate, mientras que Luis Alberto, quien no logró ni un regidor ni un diputado en las pasadas elecciones demostrando la falta de liderazgo real, se apresura a volver a mostrar su sonrisa en medio de la tormenta: «rían, estamos a flote» seguro piensa.
Mientras, el ganador de las elecciones, Alfredo Martinez, que aun quedando en tercero en las internas impuso su tren en la real competencia, ve como su diputado, Joselito, sueña con ser alcalde sin mostrar obra palpable desde su curul y Luis Henríquez parpadea creyendo que puede resucitar a Juancito otra vez cuando se han tenido que rescatar sus pocas obras y su pobre legado queda al descubierto.
El diputado con apellido pero sin nombre, sustituido como «el hermano del Cañero» igualmente, tienen poco que mostrar en sus funciones como otrora su «sangre».
El Boli nace todos los días, siempre como cómico, pocas veces como político, también «afueriado» por las castas municipales, cree que podría sin dosier que mostrar poder competir por la alcaldía jugando con otras figuras que cuan «sueños de una noche de verano» barajan a que otros queden mal para ellos subir.
Elso en la Circunscripción 3 apreciando como se fragmenta el disminuido PLD pero jugando a que el daño no ha sido tanto y baraja acercarse más al danilismo apoyanddo a la opción Danilista, Margarita, siendo este otro terreno, el de las candidaturas, un puñal en el otrora poderoso partido morado.
Incluso se quiere colocar al quien fuera precandidato a diputado Luis Marte y luego ministro de presidencia pero que en las pasadas elecciones se alejó del municipio porque coordinó la Vega y quien se va… se aleja.
Sin embargo el partido dista de estar muerto.
El PLD es un partido de cuadros que pueden pasar rachas difíciles y cada día con más codazos, sumergido en las decepciones y hoy sin interlocutores válidos que abrumados miran constantemente a sus colegas por sus cambios de colores repentinos de morados verdes pero sigue teniendo buenas estructuras que quien sabe puedan seguir teniendo algún éxito.
Hoy la ciudad cuenta con un PLD dividido en una zona verde ahora un poco reforazada y otra morada pero mirando que ni de un lado ni del otro, salvo raras excepciones se pueda hablar de estructuras capaces de dar un susto a cualquiera.
Muchos de los que crearon el alud de aspiraciones a regidores y que no sacaron casi votos hoy se tiñeron de verdes, pero eso no quita que a la hora final otra se lancen buscando sobre todo dar cabida a los egos que se manifiesta cuando entregan una tarjeta «pre-candidato» sin embargo, no pasan de primera base, quedan muy lejos de pisarla.
En una juventud cada día más apática para la política y sus aspirantes a la presidencia cazando a ver quien les puede regalar un voto, en PLD no parece pueda encontrar pronto quien recoja, primero, las decepciones y luego, la poca o mediana esperanza de salir «vivos» de la debacle.